Los efectos del consumo de ketamina pueden durar de 2 a 4 horas en función de la dosis y de la vía de administración. A pesar de actuar como depresor del sistema nervioso central, el consumo de dosis bajas o medias, puede producir sensación de estimulación –de la misma manera que lo provoca el consumo de alcohol y otros depresores– y desinhibición.
Actúa también sobre la percepción sensorial, amplificándola. A dosis altas, produce experiencias de tipo psicodélico y afloran sus efectos disociativos característicos –la mente parece separarse del cuerpo.
Los riesgos asociados al consumo de ketamina son los característicos de las drogas alucinógenas: ansiedad, ataques de pánico, mareos, distorsiones del pensamiento, confusión e ideas delirantes. De la misma manera, su uso está especialmente contraindicado a personas con trastornos psiquiátricos o desequilibrios afectivos y emocionales.
La notable pérdida de consciencia y capacidad de movimiento, asociada a ciertos consumos de ketamina, ha provocado que algunas personas se hayan encontrado en situaciones desagradables después de haber perdido el control de sus actos –como haber mantenido una relación sexual sin haberlo deseado.
Ayahuasca, Yagé, o Nishi Cobin es una bebida utilizada por los pueblos indígenas amazónicos elaborada a partir de la combinación de dos plantas: la liana Banisteriopsis caapi con otras plantas, en particular los arbustos Psychotria viridis, Diplopterys cabrerana y Mimosa hostilis.
Los efectos de su ingesta promueven el acceso a estados modificados de conciencia en los que se suceden visiones, emociones diversas y procesos de catarsis a los que las tradiciones amazónicas reconocen un valor potencialmente sanador.
También se reconoce a su ingesta un valor potencialmente iniciático ya que la experiencia de ayahuasca facilitaría la toma de conciencia de la trama oculta del mundo referida al pan-animismo propio de estas culturas. Su uso exigiría, según estas tradiciones, un contexto de toma ritualizado y formalizado, además de alguien capacitado en su uso -el hombre-medicina-. Este hombre-medicina estaría vinculado a una tradición de uso y a un linaje tradicional de hombres-medicina que le habría reconocido esa capacidad tras un proceso de formación específica.
El carácter medicinal e iniciático de la ayahuasca quedará sujeto a pautas específicas de uso vinculadas con las diversas tradiciones de los pueblos amazónicos. En las tradiciones mestizas se mantendrían estos linajes tradicionales de sanadores aunque en un contexto cultural mestizo más o menos cristianizado.
A estos usos tradicionales habría que sumar los posibles usos terapéuticos planteados e investigados desde la psicología contemporánea y, finalmente, los usos new age típicos del supermercado espiritual de nuestro tiempo.
Es una sustancia de utilidad en ciertas aproximaciones terapéuticas y de autoconocimiento, y está siendo estudiada desde hace tiempo por médicos, antropólogos, farmacólogos, psicólogos y psiquiatras de todo el mundo como herramienta para diversos problemas, con especial relevancia en ayudar a los sujetos a romper con los procesos y hábitos dañinos para sí mismos y para otros. De hecho, su uso en tratamientos de desintoxicación y adicciones es un hecho en países como Brasil y Perú configurándose como uno de los tratamientos más punteros para las farmacodependencias.[cita requerida]
La ayahuasca puede ser una terapia efectiva en el campo de la psiquiatría y la psicología en el tratamiento de la depresión y la ansiedad así como los problemas de personalidad y la esquizofrenia. Su compleja farmacología, muy relacionada con la sinergia existente entre diversos alcaloides, al tiempo que la escasa toxicidad demostrada por los diversos y ya numerosos estudios científicos que se van elaborando[cita requerida], es uno de los aspectos más relevantes de este preparado vegetal.
La MDMA (abrevación de su nombre semisistemático 3,4-metilendioximetanfetamina), usualmente conocido como éxtasis, es una droga empatógena perteneciente a la familia de las anfetaminas sustituidas. Las rutas más comunes para su síntesis emplean la 3,4-metilenodioxifenil-2-propanona (MDP2P) como precursor.
El consumo de MDMA puede inducir euforia, sensación de intimidad con los demás y disminución de la ansiedad. Produce una pérdida de la timidez, volviendo al individuo más extrovertido, una sensación de alegría absoluta y de hiperactividad, aumento de la tensión muscular, dilatación de las pupilas, puede causar bruxismo y una pérdida parcial del sentimiento de dolor físico. Algunos estudios médicos han hallado algunos beneficios terapeúticos moderados para ciertos trastornos mentales, pero su uso a largo plazo se asocia a efectos adversos, como neurotoxicidad y deterioro cognitivo. Se desconoce si sus potenciales beneficios compensan su neurotoxicidad. Aunque se puede consumir de diversas formas, la vía oral es la forma más habitual.
Descubierta en 1912 por Anton Köllisch, no cobraría importancia hasta décadas después, cuando en la década de 1970 se empezó a popularizar su uso como droga recreativa y como fármaco en psicoterapia. A partir de entonces, debido a su abuso, la sustancia se fue ilegalizando a nivel internacional y en la actualidad la posesión de MDMA está prohibida en la mayoría de países del mundo, con algunas excepciones para la investigación científica y médica. En el año 2016, la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito estimó que unos 20 millones de personas consumieron MDMA en todo el mundo por lo menos una vez en el último año; estas cifras son similares a las de los usuarios de cocaína, anfetaminas sustituidas y opiáceos, aunque considerablemente menores que las de usuarios de cannabis. El consumo de éxtasis está a menudo asociado al ocio, sobre todo a fiestas nocturnas de música electrónica —como por ejemplo raves—, lejos de sus orígenes psicoterapéuticos.
Los hongos psilocibios, también llamados hongos alucinógenos, son hongos que contienen sustancias psicoactivas como la psilocibina, la psilocina y la baeocistina.
Fueron algunas de las primeras drogas empleadas primitivamente en la historia de la humanidad. en 1600 a. C. ya se consumía la especie Amanita muscaria en la India. De principio se pensaba que los efectos tóxicos de este hongo se debían a sus interacciones con el receptor muscarinico de la aceticolina, de ahí su nombre. Se ha asociado al Soma, la droga sagrada de la inmortalidad, a la ambrosía de los Dioses del Olimpo, a los misterios de Eleus, también en la antigua Grecia, e incluso a los orígenes del cristianismo en Roma. Los utilizaban las tribus nómadas de Siberia en ritos comunales de indulgencia. Estos conocían algo sobre el metabolismo de los alcaloides responsables de los efectos alucinógenos del hongo, si se bebía la orina, se podían prolongar los efectos.
Los ejemplares del genero Psilocybe se utilizaban en el nuevo mundo antes de la llegada de los españoles. El "hongo mágico" de México y Centroamérica posee un historial de uso humano mas prolongado que el de cualquier otra planta de con efectos psicoactivos.
Existen varios géneros y más de 200 especies que contienen estas sustancias. Los géneros son, entre otros: Agrocybe, Conocybe, Copelandia, Galerina, Gerronema, Gymnopilus, Hypholoma, Inocybe, Mycena, Panaeolus, Pluteus y, sobre todo, Psilocybe, género este último al que pertenecen la mayor parte de las especies que contienen estas sustancias. Hay quien los usa como una droga alternativa. Es necesario tener la precaución de no confundirlos con setas venenosas. La mayoría de las especies (53) se encuentran en México (por ejemplo, en San José del Pacífico, en la región montañosa de la Sierra Madre del Sur, entre la capital del estado de Oaxaca y el océano Pacífico),4 las demás están distribuidas en los Estados Unidos y Canadá (22), Europa (16), Asia (15), África (4) y Australia y las islas cercanas (19).5 En general, las especies de hongos que contienen psilocibina muestran esporas oscuras, láminas y crecen en prados y bosques subtropicales y tropicales, generalmente en suelos ricos en humus y en detritos vegetales.6 En la actualidad, algunos grupos en la zona que abarca del centro de México hasta Oaxaca siguen usando este tipo de hongos: grupos de nahuas, mixtecos, mixes, mazatecos y zapotecos, entre otros.7 Un personaje importante en la historia del uso medicinal de los hongos fue María Sabina.
El peyote (Lophophora williamsii) es un catus que crece en los desiertos del norte de México. Este cactus contiene un alcaloide denominado mezcalina. La mezcalina es una droga psiquedélica con efectos similares a los de la LSD.
El peyote ha sido usado por las culturas indígenas durante milenios para inducirse estados alterados de conciencia durante rituales religiosos y curativos.
El peyote normalmente se come crudo, aunque también se puede mezclar con fruta y ser comido, o bebido en té o infusión. Pueden ser ingeridos frescos o en su defecto secos para un uso posterior. La dosis estádar es de dos a tres peyotes medianos o grandes.
A bajas dosis, el peyote produce sentimientos de relajación no muy diferentes a los de los hongos psilocíbicos. -Los usuarios a menudo reportan un sentimiento de bienestar y que las cosas son más bellas que de costumbre.
A dosis altas, la experiencia es similar a la del LSD, y se producen coloridas alucinaciones visuales y sentimientos de euforia el viaje dura de 6 a 8 horas. El encuentro con el espíritu del hikuri
Cuentan los ancianos, que hace mucho, mucho tiempo en la sierra huichola se reunieron los abuelos para platicar de la situación en la que se encontraban. Su gente estaba enferma, no había alimentos, ni agua, las lluvias no llegaban y las tierras estaban secas.
Decidieron mandar de cacería a cuatro jóvenes de la comunidad, con la misión de encontrar alimento y traerlo a su comunidad para compartir fuera mucho o poco. Cada uno representaba un elemento, es decir el fuego, el agua, el aire y la tierra. A la mañana siguiente emprendieron el viaje los cuatro jóvenes, cada uno llevando su arco y su flecha. Caminaron días enteros hasta que una tarde de unos matorrales saltó un venado grande y gordo. Los jóvenes estaban cansados y hambrientos, pero cuando vieron el venado se les olvidó todo; comenzaron a correr detrás de él sin perderlo de vista.
El venado veía a los jóvenes y se compadeció. Los dejó descansar una noche y al día siguiente los levantó para seguir con la persecución. Así transcurrieron semanas hasta que llegaron a Wirikuta (desierto de San Luis Potosí y camino sagrado de los huicholes. Estaban justo en la puerta al lado del cerro de las Narices, en donde habita un espíritu de la tierra y vieron al venado que brincó en esa dirección. Ellos juraban que se había ido por ahí, lo buscaron pero no lo hallaron. De pronto uno lanzó una flecha que fue a caer en una gran figura de venado formada en la tierra de plantas de peyote.
Todas juntas brillaban con el sol, como esmeraldas mirando a una dirección. Confundidos los jóvenes con lo sucedido, decidieron cortar las plantas que formaban la figura del venado (marratutuyari) y llevarlas a su pueblo. Después de días de camino llegaron a la sierra huichola donde los esperaba su gente. Se presentaron de inmediato con los abuelos y contaron su experiencia. Comenzaron a repartir el peyote (híkuri) a todas las personas que después de un rato los curó, alimentó y les quitó la sed.
Comenzaron a repartir el peyote (híkuri) a todas las personas que después de un rato los curó, alimentó y les quitó la sed.
Desde ese momento los huicholes veneran al peyote que a mismo tiempo es venado y maíz, su espíritu guía. Así cada año, hasta nuestros tiempos, siguen andando y peregrinando, manteniendo viva esta ruta de la sierra huichola hasta Wirikuta, para pedirle al Dios lluvias, sustento y salud para su pueblo.
Es una droga psicodélica semisintética que se obtiene de la ergolina y de la familia de las triptaminas y que produce efectos psicológicos. Sus efectos pueden incluir alucinaciones con ojos abiertos y cerrados, sinestesia, percepción distorsionada del tiempo y disolución del ego, la alteración de la percepción, la conciencia y los sentimientos, además de sentir o visualizar sensaciones o imágenes que al consumidor le pueden parecer reales pero que no lo son.
Se utiliza principalmente como una droga recreativa ilegal, como enteógeno y en algunos países como droga legal bajo prescripción médica en psicoterapia.Por lo general el LSD se ingiere tragándolo o poniéndolo debajo de la lengua. A menudo se puede conseguir en el mercado negro en papel secante o en gelatina o terrones de azúcar, aunque también se puede inyectar.
Aunque los ensayos científicos realizados hasta el momento muestran que el LSD no causa adicción, su consumo puede provocar reacciones psiquiátricas adversas, algunas potencialmente graves, como ansiedad, paranoia y delirios. No se conoce con precisión la toxicidad aguda en el ser humano, pero la dosis letal mediana en las especies para las que se conoce es baja: ratones, 50–60 mg/kg i.v., ratas, 16,5 mg/kg y conejos 0,3 mg/kg. La causa de la muerte es la parálisis respiratoria. De todas formas, es muy difícil que se produzca el envenenamiento por LSD, porque la dosis necesaria para producir sus efectos psicodélicos está muy por debajo de las dosis tóxicas o letales, pues es suficiente con 20 a 30 microgramos para experimentarlos.
El LSD es sensible al oxígeno, la luz ultravioleta y el cloro, aunque puede conservarse durante años si se almacena en un sitio fresco, seco y oscuro. La sustancia en su forma pura es inodora, clara o de color blanco.
El LSD fue sintetizado por primera vez por Albert Hofmann en Suiza en 1938 a partir de la ergotamina, un producto químico que se obtiene a partir de un hongo, el cornezuelo. El nombre proviene de la denominación que recibió el compuesto en ese laboratorio, un acrónimo del alemán Lyserg-säure-diäthylamid, seguido de un nombre secuencial: LSD-25.Hofmann descubrió sus propiedades psicodélicas en 1943, y el LSD fue introducido por los laboratorios Sandoz como medicamento comercial para diversos usos psiquiátricos en 1947 bajo la marca Delysid. Muchos psiquiatras y psicoanalistas de las décadas de 1950 y 1960 vieron en ella un agente terapéutico muy prometedor. En la década de 1950, los funcionarios de la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos (CIA) pensaron que la droga podía ser útil para su uso en programas de control mental y guerra química, por lo que la probaron en estudiantes y jóvenes militares sin el conocimiento de estos.1 El uso recreativo que especialmente los jóvenes empezaron a dar a la sustancia en los movimientos contraculturales de la década de los 60 precipitó su prohibición;el uso extramedicinal del fármaco ocasionó una tormenta política que llevó a la prohibición de la sustancia, ilegalizando todos sus usos, tanto medicinales como recreativos y espirituales. A pesar de ello, algunos círculos intelectuales siguieron pensando que el LSD tenía un gran porvenir como sustancia medicinal y continuaron financiando y promoviendo su investigación.En algunos países se ha discutido o propuesto legalizar su uso terapéutico, mientras que en otros, como Suiza, se han autorizado investigaciones para su uso como medicamento.
La N,N-dimetiltriptamina (DMT) es un enteógeno. Se encuentra de forma normal en la naturaleza, pertenece farmacológicamente a la familia de la triptamina. Muchas culturas, indígenas y modernas, ingieren DMT como psicodélico, en extractos o en forma sintetizada. Cuando se refina, la DMT es un sólido cristalino de color blanco. Sin embargo, la DMT que se encuentra en el mercado ilícito es comúnmente impura y puede aparecer en color amarillo, naranja o salmón, a menos que se haya tomado especial atención en eliminar estas impurezas. Estas impurezas son el resultado de la degradación o se originan a partir de materia vegetal de la que se ha extraído el DMT, típicamente corteza de la raíz de Mimosa tenuiflora.
En la actualidad se estudian las funciones que puede desempeñar la DMT endógenamente en el organismo humano, puesto que se encuentran trazas de esta molécula en la orina y en el cerebro de las personas. Algunos especulan que la DMT, producida en pequeñas cantidades por humanos y mamíferos, participa en los efectos visuales del sueño natural e incluso en las experiencias cercanas a la muerte y otros estados místicos. Un mecanismo bioquímico para estos efectos fue propuesto por el investigador médico J. C. Callaway, quien sugirió en 1988 que el DMT puede estar relacionado con el fenómeno del sueño visual, donde los niveles de DMT en el cerebro son periódicamente aumentados para inducir alucinaciones oníricas visuales y posiblemente otros estados naturales de conciencia.9 El doctor Rick Strassman, sugiere que puede estar relacionada con las experiencias cercanas a la muerte. Su síntesis podría darse en la glándula pineal y en su libro "The Spirit Molecule" relaciona conceptos de la mística oriental como el chakra de la cabeza (sahasrara chakra) o el "tercer ojo" (Ajna chakra), con esta parte del cerebro.
Los últimos estudios indican que la DMT tiene un rol fundamental en el sistema nervioso humano como regulador del receptor SIGMA-1. Algunas investigaciones relacionan altos niveles en la orina de moléculas análogas como la bufotenina con enfermedades como el autismo y la esquizofrenia.
De forma recreativa, la DMT puede sintetizarse y ser fumada en pipa sin necesidad de un IMAO. Sus efectos duran entre 5 y 30 minutos y se caracterizan por una gran intensidad subjetiva y fuertes y elaboradísimas alucinaciones, comunicaciones no verbales con "seres desconocidos", "maquinaria y ciudades futuristas", "viajes a otras realidades y planos", "expansión mental", etc.
De forma oral sin la toma de un IMAO se trata de una molécula prácticamente inactiva. La DMT puede ser fumada como base libre. En forma de sal puede ser inyectada o inhalada. De este modo existen dos rutas mayoritarias la toma de un IMAO junto con la triptamina (vía oral) o la toma inhalada o inyectada sin necesidad de IMAO. No existe la tolerancia con la DMT, esto parece estar relacionado con su rol endógeno y rápida metabolización. La dosificación varía entre los 5 mg y lo 45 mg inhalada y los 10 mg y 150 mg de forma oral. La DL50 de la molécula son 110 mg/kg.